Estoy actualmente conduciendo una investigación sobre personas de éxito y me sorprendió encontrar que la mayoría le concedía mucha importancia al haber tenido mentores que los apoyaron y guiaron.
Las investigaciones académicas sobre mentores confirman mis primeros resultados. Las personas que tienen mentores ganan más dinero, tienen mayor satisfacción en sus carreras, son más frecuentemente ascendidos y tienen mejor balance trabajo-familia que aquellos que no tienen mentores. Hay una web llamada “Mentor hall of fame” donde se muestra a personas famosas y quiénes fueron sus mentores. Personas exitosas y famosas como Bill Gates, Bill Clinton y Madonna tuvieron mentores.
Según Ellen Ensher y Susan Murphy, autoras del libro “Power mentoring”, los mentores ofrecen dos tipos de apoyo a sus protegidos: apoyo en el desarrollo de su carrera y apoyo emocional. En cuanto al desarrollo de la carrera, los mentores son muchas veces modelos que inspiran a los protegidos. Los mentores ofrecen
consejo sobre la carrera, generan retos, animan a tomar riesgos, ofrecen una nueva perspectiva, enseñan, hacen reflexionar y dan recursos al protegido. En cuanto al apoyo emocional, los mentores dan aliento, cariño, comprensión, reconocimiento, retroalimentación y también críticas constructivas al protegido.
Muchas empresas tienen sistemas formales de mentores, donde a las personas de alto potencial se les asigna un mentor para que los guíe en su carrera. Sin embargo, las investigaciones demuestran que esos programas son poco efectivos porque la persona no selecciona a su mentor, se lo asignan. El proceso de tener un mentor debe ser espontáneo y debe ser elegido por la persona que quiere ser guiada. Según las investigaciones sobre
mentores, los protegidos prefieren mentores que sienten más similares en género, habilidades, valores y actitudes. Si viene alguna persona a pedirle que sea su mentor, debe saber que el que más gana es usted mismo. Ayudar a una persona más joven a crecer y desarrollarse es una forma de devolver y agradecer lo
que la vida le dio a usted.
Referencia: Suplemento Dia1 de El Comercio, 20 de enero del 2012
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