jueves, 6 de octubre de 2011

Como elaborar un buen presupuesto (familiar)

Como elaborar un buen presupuesto (familiar)

Artículo de Perú21 del día jueves 6 de octubre del 2011 (ir al artículo)

Sin un presupuesto, difícilmente podemos saber cuánto dinero entra y cuánto sale, complicando más el manejo de nuestras finanzas. El primer consejo para armar un buen presupuesto es comprometer a la familia. Para muchos debe ser difícil, pero cada miembro tiene que exponer todo lo que gasta (desde servicios hasta pequeños detalles), guardar las facturas o llevar un registro cada mes. De esta forma podrá saber cuánto dinero sale.

SEPARE LA ‘GRASA’
Al igual que una dieta, para tener unas finanzas saludables se requiere separar la ‘grasa’ de lo que verdaderamente necesitamos. Así, clasifique por orden de importancia lo que desembolsa y trate de eliminar o reducir los gastos ‘hormiga’. En lo necesario, no olvide colocar los pagos que se hacen una o dos veces al año, como matrículas de los hijos, seguro del vehículo, impuestos, seguro médico, entre otros. Una vez que identifique la cantidad que suele gastar al mes, comprométase a no pasar ese límite. Algo que le puede ayudar a hacer su presupuesto es plantearse objetivos, como metas de ahorro o de reducción de deudas.





- Visualice el nivel de sus gastos, para, así, poder controlarlos
- Desarrolle un plan financiero personalizado
- Identifique las compras que realiza y clasifíquelas en orden de importancia
- Involucre a todos los miembros de la familia para crear conciencia de los gastos que realizan
- No gaste de más. Trate a apegarse al presupuesto que elaboró para que su dinero le rinda
- Si tiene más egresos que ingresos, deberá hacer un ajuste de inmediato al presupuesto, ya que puede generar un sobreendeudamiento y con el tiempo la situación se puede tornar díficil

Gasto Hormiga: Gastos que parecen insignificantes pero que a lo largo del mes puede representar el 10% de su presupuesto mensual, aquí hay un artículo al respecto





lunes, 3 de octubre de 2011

Complicando la gerencia

Artículo aparecido en El Comercio - Sección Negocios día 1 de octubre


La globalización, la tecnología, la inestabilidad y la impredictibilidad han traído como resultado un escenario complejo.
Los consumidores y sus necesidades evolucionan constantemente, haciéndoles la vida más difícil a los empresarios que se esfuerzan por descifrar la mejor forma de satisfacerlos. Aun logrando hacerlo, lo que funciona hoy no necesariamente lo hará mañana. Esta situación dificulta seriamente el mantener las ventajas competitivas.
Mientras crece la complejidad para hacer negocios, también crecen los objetivos que impone la gerencia. Desde 1955 se ha multiplicado por más de seis el número de indicadores de desempeño. De exigir en promedio 6, se ha pasado a 40.
Para responder al reto, los gerentes han complicado la gerencia de manera alarmante. A través de una encuesta a más de 100 empresas globales, el Boston Consulting Group ha creado el Índice de Complejidad, para tratar de medir cuán grave es el problema. El resultado de la investigación arrojó que, en los últimos 15 años, la cantidad de procedimientos, capas gerenciales, órganos de coordinación y niveles de aprobación han crecido casi 350%.
Esta situación impone un alto precio al funcionamiento de la firma. La encuesta dio a conocer que los gerentes en organizaciones que se ubicaron en el 20% superior en el índice de complejidad pasan 40% de su tiempo escribiendo reportes y entre 30% y 60% de su tiempo en comités de coordinación con otras áreas de la organización. Esto no les deja tiempo para trabajar con sus colaboradores, los mismos que se enfrascan en esfuerzos poco productivos que terminan impactando la eficiencia y la moral.
El ser consciente de esta situación es el primer paso para lidiar con la complejidad en el diseño organizacional. Acto seguido hay que comprender que no se deben agregar más procedimientos salvo que sean absolutamente necesarios, y más bien desmantelar aquellos que no generan valor. Se debe “empoderar” a los colaboradores para tratar que los problemas no escalen.
El poder de decisión es más efectivo que los incentivos monetarios, ya que involucra y compromete a los equipos, a la vez que fomenta la colaboración y la integración, lo que permite estructuras más ligeras y resilientes, que es justamente lo que se necesita para responder a los retos empresariales hoy.